martes, 4 de diciembre de 2012


Zhu De

1886 - 1976


Zhū Dé o Chu Teh (Yilong, Sichuan, 1 de diciembre de 1886 - Pekín, 6 de julio de 1976) fue un militar y político chino, fundador de la fuerza comunista china que se convirtió en el Ejército Popular de Liberación (EPL).
Educado en la Academia Militar de Yunnan, Zhu De inició su carrera militar en las postrimerías del Imperio Chino, apoyando el movimiento revolucionario de dicha academia militar durante la Revolución China de 1911. Actuó en la "era de los señores de la guerra" al sur de China. Siguió su carrera en la ciudad alemana de Göttinga y en Moscú. En esta última ciudad, su adiestramiento militar y político en el Ejército Rojo y en la Universidad Sun Yat-sen fue apoyado por el Kuomintang (partido político que comenzaba a ser hegemónico en China) como parte de un intercambio y apoyo entre este gobierno y la URSS, que le enviaba asesores militares. Se afilió al Partido Comunista de China en 1922, mientras estaba en Alemania. Ocultó su afiliación para convertirse en oficial del Ejército Nacional.
En 1927 participó, junto a Zhou Enlai, en la Revuelta de Nanchang, promovida por los comunistas. Este hecho se celebraba anualmente en la República Popular China al considerarse que supuso el nacimiento del Ejército Popular de Liberación (EPL). Cuando la sublevación fue derrotada, Zhu De guió sus tropas hacia el sur para unirse a las pequeñas fuerzas guerrilleras de Mao Zedong.
Llegó a ser comandante en jefe del Ejército Rojo chino (llamado EPL desde 1946), un cargo que mantuvo durante la Segunda Guerra Mundial y la guerra civil contra los nacionalistas, sin dimitir hasta 1954. No actuó durante la Guerra de Corea, pues su cargo de comandante en jefe del EPL se lo impedia (pues el EPL actuaba en apoyo de los comunistas coreanos en forma extraoficial con el nombre de Ejército de Voluntarios del Pueblo, al mando de su lugarteniente Peng Dehuai). Fue ascendido a mariscal (Yuan Shuai) en 1955.
Junto a Mao Zedong, Zhu De es reconocido por elevar la guerra de guerrillas a un concepto estratégico.
(Fuente de la nota biografica: Wikipedia)

Zhu De - EXTRACTOS


Zhu De

Extractos de
"Intervención en el simposio para la redacción de la historia del Primer Grupo de Ejércitos del Ejército Rojo"



El origen de dicho grupo de ejércitos puede remontarse al año 1925, cuando, al reorganizarse el gobierno revolucionario de Guangdong, con la unificación de todas las tropas bajo su mando como Ejército Revolucionario Nacional, nuestro Partido envió al camarada Ye Ting a formar un regimiento independiente, cuyo adiestramiento había de realizarse dentro de la 12ª. división del 4° cuerpo de ejército al mando de Zang Fakui.
Durante la Expedición al Norte, este regimiento contaba con unos dos mil hombres, y sus cuadros eran en su mayoría miembros del Partido Comunista. Los camaradas Lin Biao, Zhou Shidi, Chen Yi, Nie Heting y Xiao Ke proceden todos de ese regimiento. Al estallar el Levantamiento de Nanchang [1], este regimiento ya se había ampliado y convertido en el II° cuerpo del ejército, compuesto por seis regimientos. Además, el regimiento de guardias del Gobierno Nacional de Wuhan, al mando de Lu De-ming y otros camaradas, también había sido organizado por cuadros enviados desde ese regimiento independiente. Luego, este regimiento de guardias pasó a ser dirigido por el Presidente Mao, tomó parte en el Levantamiento de la Cosecha de Otoño y subió a las montañas Jianggang[2].
Antes del Levantamiento de Nanchang, la dirección oportunista de Chen Duxiu abandonó, por una parte, el ejército en manos de la burguesía y, por la otra, subrayó unilateralmente la necesidad de dedicarse en cambio al movimiento de masas; como consecuencia de ello, los miembros de nuestro Partido renunciaron a los cargos de oficiales en las fuerzas armadas y se limitaron a ayudar a otros a realizar el trabajo político en el ejército. ¡Habráse visto tontería semejante! En aquel entonces solo teníamos ese regimiento independiente, aunque podríamos haber creado más tropas propias.
En las postrimerías de la Gran Revolución, Jiang Jieshi se volvió reaccionario, y los miembros de nuestro Partido y las masas revolucionarias fueron víctimas de matanzas por todas partes. Si, en aquella época, hubiéramos trabajado como debíamos en la construcción del ejército, conjugando el trabajo militar con el movimiento de masas, entonces, pese a que Jiang Jieshi se volvió reaccionario, habríamos podido expulsarlo de inmediato y hacernos cargo nosotros mismos de todo el trabajo. Pero, debido a nuestra ignorancia de la necesidad de contar con fuerzas armadas y de la importancia de la lucha armada, cuando Jiang Jieshi se volvió reaccionario, no fuimos nosotros quienes lo expulsamos a él, sino fue él quien nos expulsó e hizo una carnicería con nosotros. Esto demuestra que Jiang Jieshi sí tenía clara idea de la importancia de la fuerza de las armas y era más inteligente que nosotros. En consecuencia, la vigorosa Gran Revolución se fue al traste y quedó sepultada. [...]
A la formación de nuestro ejército hicieron su contribución numerosos camaradas que durante la Gran Revolución se dedicaron al trabajo militar, entre ellos los camaradas Zhou Enlai, Ni Rongshen y Li Fuchan, entonces responsables de la Comisión Militar del Comité Central del Partido, así como los camaradas que trabajaban en los cursillos de adiestramiento militar organizados secretamente por el Partido. Sin el trabajo militar que desarrollaron, no habríamos podido crear el regimiento independiente ni desatar los levantamientos de Nanchang, de la Cosecha de Otoño, de Guangzhou y del Sur de Hunan. En aquellos tiempos, la Comisión Militar del Partido seleccionó y envió a algunos cuadros a cursar estudios a la Academia de Huangpu, y muchos de ellos habían de constituir más tarde la columna vertebral del Ejército Rojo. [...]
Aparte de eso, fijamos en el período de las montañas de Jinggang la política de ganarnos a los prisioneros, política que aconsejaba atraerlos y emplearlos con audacia y atreverse a incorporar a nuestras fuerzas las tropas que se habían rendido y pasado a nuestro lado. Por ejemplo, libres de todo recelo, incorporamos a nuestras fuerzas las tropas que, bajo el mando de Bi Zhanyuan[3] y de otros camaradas, se habían sublevado y pasado a nuestro lado, y luego las tropas dirigidas por el camarada Luo Binghui[4]. Estas tropas, una vez reeducadas, llenaban los requisitos necesarios para la lucha y tenían una gran capacidad combativa. Si bien en un principio aun dejaba algo que desear su observancia de la disciplina en el trato con las masas, las cosas fueron mejorando paulatinamente mediante la educación. Hasta ahora, camaradas como Luo Binghui y Bi Zhanyun siguen siendo buenos cuadros de nuestro ejército. Se trata de una experiencia muy útil.



NOTAS
[1] El 1° de agosto de 1927 se produce en Nanchang la primer gran sublevación de tropas dirigidas por el Partido Comunista de China, frente al golpe de Estado contrarrevolucionario de Jiang Jieshi.
[2] Al año siguiente, en abril de 1928, al Ejército Revolucionario de Obreros y Campesinos dirigido por Mao Zedong se unieron las tropas remanentes de los levantamientos de Nanchang y Guangzhou dirigidas por Zhu De y Chen Yi y las fuerzas armadas campesinas del Levantamiento del Sur de Hunan. Así se conformó el 4° cuerpo de ejército del Ejército Revolucionario de obreros y campesinos, luego denominado 4° cuerpo de ejército del Ejército Rojo de obreros y campesinos de China, con Zhu De como jefe y Mao Zedong como representante del Partido. Ver “La lucha en las montañas Chingkang”, Obras Escogidas de Mao Tsetung, tomo I.
[3] Bi Zhanyun era en 1927 jefe de un batallón del ejército guomindanista. En septiembre de 1928, a la cabeza de sus unidades, se sublevó en Guidong, provincia de Hunan, para incorporarse al Ejército Rojo de Obreros y Campesinos de China. En octubre del mismo año, ingresó en el PCCh. En 1944 era subcomandante de la Zona Militar del Este de Hebei.
[4] Liu Binghui se incorporó al PCCh en julio de 1929 siendo el jefe de la brigada de pacificación del Guomindang en Ji’an, provincia de Jiangxi. En octubre, se sublevó a cabeza de sus unidades para incorporarse al Ejército Rojo de Obreros y Campesinos de China. En 1944 era jefe de la 2ª. división del Nuevo 4° Cuerpo de Ejército.

lunes, 8 de octubre de 2012

De cómo un Militar de Carrera del Ejército español, miembro de la nobleza y Grande de España devino en defensor de la República y comunista.


De cómo un Militar de Carrera del Ejército español, miembro de la nobleza y Grande de España devino en defensor de la República y comunista.
Don Ignacio Hidalgo de Cisneros y López de Montenegro (descendiente del Virrey Cisneros)


En la sublevación golpista de Francisco Franco contra la República Española la Fuerza Aérea permaneció casi toda leal, excepto algunos elementos destacados en Marruecos: los aeródromos, los pilotos y los aviones son de la República.
Su Jefe de Estado Mayor y ayudante del Ministro de la Guerra -en esos días el gallego Santiago Casares Quiroga (padre de la actriz María Casares)-, era don Ignacio Hidalgo de Cisneros y López de Montenegro, nacido en Victoria (Gazteiz) el 11 de julio de 1896, en el seno de una familia aristocrática y carlista, casado con doña Constancia de la Mora y Maura (1906-1950), sobrina de Antonio Maura (que había sido Ministro de Alfonso XII) y Directora de la Prensa Extranjera durante la guerra.
Su tarea fue excepcional. Mantuvo bajo control republicano los aeródromos de la Republica, Cuatro Vientos, Getafe, negoció con Pierre Coty, Ministro del Aire -uno de los pocos franceses que apoyó sinceramente a la España republicana-, la llegada de algunas aeronaves y pilotos (entre ellos André Malreaux); acuerda con la URSS la entrega de los famosos “chatos” y “moscas” (Polikarpov P15 y P16) y el entrenamiento de pilotos y mecánicos españoles en Kirovavad; y al final de la guerra llegó a comandar una Fuerza Aérea de más de 450 máquinas.
Caída Cataluña, vuelve a la “Posición Yuste” al lado del Dr. Negrin, con el general Lister, el General Modesto y otros militares y políticos.
Enterado de la sublevación que planea el Coronel Segismundo Casado, con la complicidad de los socialistas del profesor Julian Besteiro y la División comandada por el anarquista Cipriano Mera, se lo comunica al Dr. Juan Negrin, sin lograr que éste tome las medidas que la gravedad del momento aconsejaba.
Al final, derrotados, puede partir, con el Presidente del Gobierno y otros altos funcionarios de la República, en uno de los últimos aviones que despegan del asediado aeropuerto de Monovar, cerca de Valencia, cuando ya estaban rodeados por las tropas franquistas.
Hay circunstancias de la vida de este noble, dos veces Grande de España, descendiente directo del Almirante Baltazar Hidalgo de Cisneros, (el sordo de Trafalgar, último Virrey del Río de la Plata) que son novelescas.
Cuando se incorpora a la aviación militar es destinado a bombardear las posiciones de los patriotas marroquíes en lo que se llamó la Guerra del Rif. Años después, en sus memorias, hizo saber al mundo que allí se habían usado gases contra los árabes.
En 1930, se une a la sublevación del comandante Ramón Franco contra Alfonzo XIII y lo destinan a bombardear el… Palacio Real. La sublevación es derrotada y se refugia primero en Portugal y luego en París.
Después de la instauración de la República, el 14 de abril de 1931, vuelve a su patria. Tiene varios destinos, entre otros es agregado aéreo en Berlín y Roma, lo que lo lleva a entender en profundidad lo que significa el fascismo.
En 1934, tras la sublevación minera de Asturias, le salva la vida al socialista Indalecio Prieto, al sacarlo del país en el baúl de su automóvil.
En los días del 18 al 20 de julio se dedica personalmente a mantener el control republicano de los aeródromos cercanos a Madrid, como Getafe y contribuye a bombardear el Cuartel de la Montaña.
En un cruel episodio, en la primavera de 1937, le devuelven salvajemente mutilados los restos de un piloto republicano, que había caído en territorio de los sublevados, con insultantes carteles en italiano, por lo que solicitó al Consejo de Gobierno que lo autorizaran para bombardear… Roma, misión que haría personalmente. Costó disuadirlo de las consecuencias políticas de ese acto.
Personalmente participa de los ataques en Sevilla y Valladolid, entre otros.
En los últimos meses de la guerra viaja a conseguir material y aviones a la URSS y otros lugares, desempeñando una tarea destacadísima.
Se afilia al Partido Comunista Español y cuando se lo comunica a su esposa, ésta le contesta que ella ya hacia años que lo era… Luego, el exilio en Rumania donde participa en las emisiones de la “Radio La Pirenaica”, antifranquista.
Muere en Bucarest el 9 de febrero de 1966,  siendo miembro del Comité Central del Partido Comunista Español. El Gobierno rumano le rinde homenajes de general en activo. A mediados de la década de 1990, sus restos son traídos a la capital de Euskal Herria, su ciudad natal, donde reposan.

Ultima Carta del Che Guevara a sus hijos


Ultima Carta del Che Guevara a sus hijos

"A MIS HIJOS:
 Si alguna vez tienen que leer esta carta, será porque yo no esté entre ustedes. Casi no se acordarán de mí y los más chiquitos no recordarán nada. Su padre ha sido un hombre que actúa como piensa y, seguro, ha sido leal a sus convicciones. Crezcan como buenos revolucionarios. Estudien mucho para poder dominar la técnica que permite dominar la naturaleza. Acuérdense que la revolución es lo importante y que cada uno de nosotros, solo, no vale nada.
Sobre todo sean siempre capaces de sentir en lo mas hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad mas linda de un revolucionario.
Hasta siempre hijitos, espero verlos todavía. Un beso grandote y un abrazo de…
PAPA."


miércoles, 12 de septiembre de 2012


HACE 36 AÑOS MURIÓ MAO TSETUNG
Servir al pueblo
(Tomado del periódico HOY Servir al pueblo Nº 1436)

El 9 de septiembre se cumplieron 36 años de la muerte de Mao Tsetung, el máximo dirigente del Partido Comunista de China, que condujo a su pueblo al triunfo de la revolución en 1949, guiándolo hacia la construcción del socialismo.
En su memoria reproducimos párrafos de un discurso suyo del 8 de septiembre de 1944, de despedida a un camarada muerto entonces en el derrumbe de un horno, que lleva el título que sirve de lema a nuestro semanario.

Todos los hombres han de morir, pero la muerte puede tener distintos significados.
El antiguo escritor chino Sima Chien decía:
“Aunque la muerte llega a todos, puede tener más peso que la montaña Taishan o menos que una pluma”.
Morir por los intereses del pueblo tiene más peso que la montaña Taishan; servir a los fascistas y morir por los que explotan y oprimen al pueblo tiene menos peso que una pluma. El camarada Chang Si-te murió por los intereses del pueblo, y su muerte tiene más peso que la montaña Taishan.
Servimos al pueblo y por eso no tememos que se nos señalen y critiquen los defectos que tengamos.
Cualquiera, sea quien fuere, puede señalar nuestros defectos. Si tiene razón, los corregiremos. Si lo que propone beneficia al pueblo, actuaremos de acuerdo con ello. (…) Si, en aras de los intereses del pueblo, persistimos en lo que es justo y corregimos lo que haya de erróneo, nuestros destacamentos prosperarán.
Venimos de todos los rincones del país y nos une un objetivo revolucionario común. Necesitamos que la inmensa mayoría del pueblo marche junto con nosotros por el camino hacia este objetivo.
En la actualidad, dirigimos ya bases de apoyo con una población de 91 millones, pero esto no es suficiente; se requiere más para liberar a toda la nación.
En tiempos difíciles, debemos tener presentes nuestros éxitos, ver nuestra brillante perspectiva y aumentar nuestro coraje. El pueblo chino está sufriendo; es nuestra obligación salvarlo, y debemos luchar con energía. En la lucha siempre hay sacrificios y la muerte es cosa frecuente.
Pero, para nosotros, que tenemos la mente puesta en los intereses del pueblo y en los sufrimientos de la inmensa mayoría, morir por el pueblo es la muerte digna. No obstante, debemos reducir al mínimo los sacrificios innecesarios. Nuestros cuadros deben preocuparse por cada soldado, y todos los que integran las filas revolucionarias deben cuidarse entre sí, tenerse afecto y ayudarse mutuamente.
(Del Nº 5 de Cuadernos de difusión del marxismo-leninismo-maoísmo).

lunes, 3 de septiembre de 2012

ZHOU ENLAI - ACERCA DE LA LABOR DEL VI CONGRESO NACIONAL DE NUESTRO PARTIDO


ACERCA DE LA LABOR DEL VI CONGRESO NACIONAL DE NUESTRO PARTIDO

3 y 4 DE MARZO DE 1944


OBRAS ESCOGIDAS DE ZHOU ENLAI
TOMO 1 página 225.
Ediciones de Lenguas Extranjeras – Beijing

Extracto:

“…Sobre la labor militar. El VI Congreso tomó una resolución secreta sobre la labor militar, que no fue dada  a publicidad. En una de sus partes se hablaba del trabajo sobre las tropas blancas. En ese entonces se daba muy poca consideración a ese trabajo y, además, se advertía una nociva tendencia a circunscribirlo exclusivamente a los soldados de fila. Es cierto que después del fracaso de la Gran Revolución (1), muchos de los oficiales de las tropas guomindanistas se tornaron reaccionarios. Sin embargo, debido al carácter mercenario de las tropas de China, es muy importante el papel que juegan sus oficiales. Para el VI Congreso el trabajo entre los oficiales significaba una pura especulación militar. Los hechos posteriores corroboraron que los motines de grandes unidades enemigas y su rendición al Ejército Rojo fueron todos resultado del trabajo que habíamos realizado entre sus oficiales. Por ejemplo, la incorporación al Ejército Rojo de la División al mando de Li Mingrui en Guangxi y la sublevación  del XXVI Ejército  en Jiangxi fueron ambas dirigidas por oficiales.”
1.- Se refiere a la Primera Guerra Civil Revolucionaria (1924-1927), llamada también expedición al Norte.

martes, 31 de julio de 2012


MARCHA EN HOMENAJE A LOS CAÍDOS EN TLATELOLCO

México, 1968: Matanza en la Plaza de las Tres Culturas (Tlatelolco)

Méjico, 2 de octubre de 1968. Diez días antes del inicio de los Juegos Olímpicos, el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz liquida a sangre y fuego una revuelta estudiantil, entre 300 y 500 jóvenes mueren masacrados por disparos del Ejército en la Plaza de Tlatelolco, también conocida como Plaza de las Tres Culturas. Más de 6.000 son detenidos.
Los diferentes gobiernos del PRI mantuvieron la tesis oficial de que fueron los estudiantes quienes iniciaron los tiroteos con francotiradores colocados en los edificios de la plaza. Esa versión fue rebatida por muchos de los protagonistas e investigadores, los testimonios hablaban de lo contrario: de agentes provocadores infiltrados, de gente vestida de civil con guante blanco en la mano izquierda que iniciaron el fuego indiscriminado.
El movimiento estudiantil de 1968, en México, fue un movimiento social en el que además de estudiantes de la UNAM y del IPN, participaron profesores, intelectuales, amas de casa, obreros y profesionales en la Ciudad de México y que fue dispersado el 2 de octubre de 1968 por el gobierno mexicano en la matanza en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco.
El hecho fue cometido por el grupo paramilitar denominado Batallón Olimpia y el Ejército Mexicano, en contra de una manifestación convocada por el Consejo Nacional de Huelga, órgano directriz del movimiento. Según lo dicho por sí mismo en 1969 y por Luis Echeverría Álvarez, el responsable de la matanza fue Gustavo Díaz Ordaz.
Debido a la acción gubernamental al pretender ocultar información, no se ha logrado esclarecer exactamente la cantidad oficial de asesinados, heridos, desaparecidos y encarcelados. La fuente oficial reportó en su momento 20 muertos, pero las investigaciones actuales deducen que los muertos podrían llegar a varias centenas y responsabilizan directamente al Estado Mexicano.
El corresponsal de la BBC de Londres en México, Julian Petiffer, quien presenció los hechos, mencionó en un despacho noticioso que "en una destacable demostración de estupidez, brutalidad, o ambas juntas, el ejército y la policía pasaron fuego de ametralladores por miles de manifestantes pacíficos y gentes que iba de paso por el lugar..." y estimó el número de estudiantes asesinados en (al menos) 200.
Politólogos e historiadores coinciden en señalar que este movimiento y su terrible desenlace incitaron a una permanente y más activa actitud crítica y opositora de la sociedad civil, principalmente en las universidades públicas,
Ese movimiento fue parte del auge revolucionario expresado también en el Mayo francés de 1968, en las puebladas argentinas antidictatoriales como el Rosariazo, el Correntinazo y el primero y segundo Cordobazo, en el marco del triunfo en Vietnam, Laos y Campuchea y la Gran Revolución Cultural Proletaria China, que tiñó todo ese momento histórico como su expresión más avanzada.

Honraré a los caídos luchando
Tlatelolco no fue su final,
un glorioso vivir tendrán cuando
construyamos una nueva sociedad.

Abolir para siempre queremos
un sistema en que la explotación
que del hombre, por el hombre se hace
no respeta ya la humana condición.

Honraré a los caídos luchando
no conozco sus nombres y sé
que por nombre podría darle a muchos,
el glorioso y bello nombre de Che.

Yo también me incorporo a las filas
del que lucha contra la opresión,
del que lucha contra la injusticia
de un sistema de ignominia y corrupción.

Honraré a los caídos luchando
Tlatelolco no fue su final,
un glorioso vivir tendrán cuando
Construyamos una nueva sociedad.

Adelante, adelante, marchemos,
cada vez con cautela mayor,
en la escuela, en el monte y el pueblo,
movimiento estudiantil, contigo estoy.
Movimiento Estudiantil, contigo estoy.


miércoles, 4 de julio de 2012


Texto de la entrevista a Otto Vargas, Secretario General del Partido Comunista Revolucionario:
Sobre la situación política después del Paro y Acto del miércoles 27 de junio de 2012.
"Para mí hoy se ha producido un viraje muy profundo en la política nacional, de esos virajes que se dan cada tanto y marcan cambios para largo plazo. Esto tiene relación con distintas causas, con causas económicas, con causas políticas, de distinto tipo, de distinto orden.
“La causa económica más importante que la crisis está golpeando con mucho rigor. Ha suspendido la Renault a sus obreros, ha suspendido la Fiat, la siderurgia ha producido en el mes de mayo 480 mil toneladas menos de acero que en mayo del año pasado, ha caído la construcción, ya se nota incluso en los propios negocios minoristas. Es decir, que Cristina que hace dos años se mofó de la crisis cuando estuvo en EE.UU. y recordando la crisis del tequila y la crisis caipiriña, dijo que esta era la crisis del efecto jazz. Ahora está bailando el jazz, porque como ella acaba de declarar ‘el mundo se nos vino encima’. Eso que nosotros venimos diciendo del año 2007, que era inevitable que ese mundo se nos venga encima.
"Si encontramos dificultades en el mercado brasilero para colocar los automotores, si encontramos dificultades en el mercado brasilero para colocar otras series de mercancías, como por ejemplo, las frutas de Río Negro, si tenemos llenas las cámaras de pescados en Santa Cruz de langostinos porque España no nos compra ya langostinos, si hace 3 meses que no funciona el puerto de Mar del Plata y se acumula la pesca que también está encontrando dificultades en la salida, quiere decir que estamos en una situación económica difícil.
"Esto por un lado, pero por el otro lado, tenemos un gobierno que niega esta realidad, oculta la inflación real y que con sintonía fina, como le gusta decir a la presidenta, descarga esto sobre el pueblo a través de mecanismos como el impuesto a las ganancias que pagan los trabajadores. Jamás los trabajadores pueden ser considerados productores de ganancias, en el sistema capitalista la ganancia es para los capitalistas y el salario es para los trabajadores.
"Las propias cifras que ha dado en su discurso la Presidenta indican de que un 81% de los trabajadores ganan por debajo de esos 5.782 pesos que permiten el descuento si es soltero y 7.998 si es una familia. Sabiendo que hoy en día la canasta familiar está bastante más arriba que los 6.500 pesos. Por lo tanto, la mayoría de los trabajadores está en un momento muy difícil. Si a esto se le agrega que el 40% aproximadamente trabaja en negro, y que tenemos una cantidad de indigentes muy grande… Basta con salir a la calle y ver la gente que hoy día duerme en la puerta de la Presidencia de la Nación, que duerme en la plaza del Congreso, que duerme en la Catedral, que duerme en otros lugares, para ver que estamos en una situación difícil.
"Es decir, esta situación y el hecho de que el gobierno no haya concedido la exigencia de los camioneros y otros gremios de sacar ese impuesto a las ganancias o por lo menos de aumentar el nivel. Entiendo que la situación del gobierno es muy difícil, ha tenido que apretar y ha apretado a los trabajadores y los trabajadores han respondido. A esto se unen causas políticas, es evidente desde hace un tiempo relativamente prolongado que hay un enfrentamiento entre Moyano y Cristina, es un enfrentamiento grave y que difícilmente encuentre solución.
"Esto por un lado, que se ha expresado en el trabajo desembozado de la Presidenta de la Nación y de sus colaboradores. Digo la Presidenta porque en este país prácticamente no se conoce otro que gobierna, acá no hay ni ministro de Economía, la mayoría de la gente no sabe ni cómo se llama el ministro de Economía; el ministro Tomada por ahí no convalida un convenio y cuando se le pregunta –porque todo el mundo sabe que como los teléfonos están intervenidos no va a contestar nada por teléfono– hace seña como diciendo esto viene de arriba.
"Y entonces, hay una situación grave política, y hay un desencadenante político que cada vez va a ir influyendo más en la situación política nacional, que es que este gobierno de los Kirchner vino para instalarse hasta el 2019. Con la muerte de Néstor y la situación actual la presidenta se ha quedado sin candidatos. Ya se estaba formando una fila de candidatos a la presidencia para el 2015, Scioli, Moyano, Alicia Kirchner, etc. Pero de pronto aparece un grupo muy ligado a la presidenta que dice que va a marchar a la reforma constitucional. Con lo que se abre la posibilidad de que si la presidenta saca un 40% de votos en las próximas elecciones legislativas está en condiciones de poder imponer esa reforma constitucional. Y esto ha agravado todo: la disputa política en el seno del peronismo, y el resquebrajamiento por arriba es muy grande.
"Yo creo que el acto de hoy expresa en definitiva que también se ha agravado mucho o se están produciendo cambios muy importantes en el sentimiento de las masas o en la forma en que la masas ven al Gobierno Nacional, que se está acabando el enamoramiento que nosotros dijimos que iba a ser transitorio. Que la gente había votado por Cristina, pero que una gran masa votaba por Cristina porque quería ir por más; no que votaba por Cristina porque estaba muy contenta con lo que tenía y quería quedarse con lo que tenía. Sino que votaba por Cristina porque creía que ese era el camino para conseguir nuevas conquistas. Y lo de ahora ha demostrado que ese camino esta cerrado, que hay que buscar otros caminos y por eso el día de hoy inaugura una nueva etapa en la situación política argentina.
"No puede ser que el juego no pague impuesto, no puede ser que no haya impuesto a las transacciones financieras, no puede ser incluso que se beneficie –con subsidios que salen de los bolsillos de los trabajadores– a una serie de actividades y se realicen negociados como el de los trenes, por ejemplo, que salieron a la luz con el accidente de Once, donde se han volcado 70 mil millones de pesos por año que han sido dilapidados entre una manga de ladrones. Por eso ya el pueblo comienza a no creer en nada, ni en el plan de viviendas que se anuncia, ni en el plan que se anuncia ahora para los jubilados, ni nada de eso.
"Nosotros tenemos un plan de 10 medidas pero de las cuales hemos extractado 5 medidas urgentes para que la crisis la paguen los de arriba. Nosotros qué entendemos, que el problema fundamental que esta planteado hoy día para la clase obrera y para el pueblo es quién va a pagar la crisis y por eso el hecho de que hoy hayan confluido fuerzas tan dispares, tan diversas, desde fuerzas de izquierda, trotskistas, maoístas, de distinto tipo con el peronismo peronismo, el verdadero peronismo, digamos así, abre una nueva etapa en la política argentina que va a ser seguramente una etapa relativamente prolongada y que abre perspectivas muy interesantes para el trabajo de nuestro partido, para nuestro crecimiento y para el crecimiento del PTP".

martes, 3 de julio de 2012


Zhu De
Extractos de
"Intervención en el simposio para la redacción de la historia del Primer Grupo de Ejércitos del Ejército Rojo"
El origen de dicho grupo de ejércitos puede remontarse al año 1925, cuando, al reorganizarse el gobierno revolucionario de Guangdong, con la unificación de todas las tropas bajo su mando como Ejército Revolucionario Nacional, nuestro Partido envió al camarada Ye Ting a formar un regimiento independiente, cuyo adiestramiento había de realizarse dentro de la 12ª. División del 4° cuerpo de ejército al mando de Zang Fakui.

Durante la Expedición al Norte, este regimiento contaba con unos dos mil hombres, y sus cuadros eran en su mayoría miembros del Partido Comunista. Los camaradas Lin Biao, Zhou Shidi, Chen Yi, Nie Heting y Xiao Ke proceden todos de ese regimiento. Al estallar el Levantamiento de Nanchang [1], este regimiento ya se había ampliado y convertido en el II° cuerpo del ejército, compuesto por seis regimientos. Además, el regimiento de guardias del Gobierno Nacional de Wuhan, al mando de Lu De-ming y otros camaradas, también había sido organizado por cuadros enviados desde ese regimiento independiente. Luego, este regimiento de guardias pasó a ser dirigido por el Presidente Mao, tomó parte en el Levantamiento de la Cosecha de Otoño y subió a las montañas Jianggang[2].

Antes del Levantamiento de Nanchang, la dirección oportunista de Chen Duxiu abandonó, por una parte, el ejército en manos de la burguesía y, por la otra, subrayó unilateralmente la necesidad de dedicarse en cambio al movimiento de masas; como consecuencia de ello, los miembros de nuestro Partido renunciaron a los cargos de oficiales en las fuerzas armadas y se limitaron a ayudar a otros a realizar el trabajo político en el ejército. ¡Habráse visto tontería semejante! En aquel entonces solo teníamos ese regimiento independiente, aunque podríamos haber creado más tropas propias.

En las postrimerías de la Gran Revolución, Jiang Jieshi se volvió reaccionario, y los miembros de nuestro Partido y las masas revolucionarias fueron víctimas de matanzas por todas partes. Si, en aquella época, hubiéramos trabajado como debíamos en la construcción del ejército, conjugando el trabajo militar con el movimiento de masas, entonces, pese a que Jiang Jieshi se volvió reaccionario, habríamos podido expulsarlo de inmediato y hacernos cargo nosotros mismos de todo el trabajo. Pero, debido a nuestra ignorancia de la necesidad de contar con fuerzas armadas y de la importancia de la lucha armada, cuando Jiang Jieshi se volvió reaccionario, no fuimos nosotros quienes lo expulsamos a él, sino fue él quien nos expulsó e hizo una carnicería con nosotros. Esto demuestra que Jiang Jieshi sí tenía clara idea de la importancia de la fuerza de las armas y era más inteligente que nosotros. En consecuencia, la vigorosa Gran Revolución se fue al traste y quedó sepultada. [...]

A la formación de nuestro ejército hicieron su contribución numerosos camaradas que durante la Gran Revolución se dedicaron al trabajo militar, entre ellos los camaradas Zhou Enlai, Ni Rongshen y Li Fuchan, entonces responsables de la Comisión Militar del Comité Central del Partido, así como los camaradas que trabajaban en los cursillos de adiestramiento militar organizados secretamente por el Partido. Sin el trabajo militar que desarrollaron, no habríamos podido crear el regimiento independiente ni desatar los levantamientos de Nanchang, de la Cosecha de Otoño, de Guangzhou y del Sur de Hunan. En aquellos tiempos, la Comisión Militar del Partido seleccionó y envió a algunos cuadros a cursar estudios a la Academia de Huangpu, y muchos de ellos habían de constituir más tarde la columna vertebral del Ejército Rojo. [...]

Aparte de eso, fijamos en el período de las montañas de Jinggang la política de ganarnos a los prisioneros, política que aconsejaba atraerlos y emplearlos con audacia y atreverse a incorporar a nuestras fuerzas las tropas que se habían rendido y pasado a nuestro lado. Por ejemplo, libres de todo recelo, incorporamos a nuestras fuerzas las tropas que, bajo el mando de Bi Zhanyuan[3] y de otros camaradas, se habían sublevado y pasado a nuestro lado, y luego las tropas dirigidas por el camarada Luo Binghui[4]. Estas tropas, una vez reeducadas, llenaban los requisitos necesarios para la lucha y tenían una gran capacidad combativa. Si bien en un principio aun dejaba algo que desear su observancia de la disciplina en el trato con las masas, las cosas fueron mejorando paulatinamente mediante la educación. Hasta ahora, camaradas como Luo Binghui y Bi Zhanyun siguen siendo buenos cuadros de nuestro ejército. Se trata de una experiencia muy útil.
NOTAS

[1] El 1° de agosto de 1927 se produce en Nanchang la primer gran sublevación de tropas dirigidas por el Partido Comunista de China, frente al golpe de Estado contrarrevolucionario de Jiang Jieshi.

[2] Al año siguiente, en abril de 1928, al Ejército Revolucionario de Obreros y Campesinos dirigido por Mao Zedong se unieron las tropas remanentes de los levantamientos de Nanchang y Guangzhou dirigidas por Zhu De y Chen Yi y las fuerzas armadas campesinas del Levantamiento del Sur de Hunan. Así se conformó el 4° cuerpo de ejército del Ejército Revolucionario de obreros y campesinos, luego denominado 4° cuerpo de ejército del Ejército Rojo de obreros y campesinos de China, con Zhu De como jefe y Mao Zedong como representante del Partido. Ver “La lucha en las montañas Chingkang”, Obras Escogidas de Mao Tsetung, tomo I.

[3] Bi Zhanyun era en 1927 jefe de un batallón del ejército guomindanista. En septiembre de 1928, a la cabeza de sus unidades, se sublevó en Guidong, provincia de Hunan, para incorporarse al Ejército Rojo de Obreros y Campesinos de China. En octubre del mismo año, ingresó en el PCCh. En 1944 era subcomandante de la Zona Militar del Este de Hebei.

[4] Liu Binghui se incorporó al PCCh en julio de 1929 siendo el jefe de la brigada de pacificación del Guomindang en Ji’an, provincia de Jiangxi. En octubre, se sublevó a cabeza de sus unidades para incorporarse al Ejército Rojo de Obreros y Campesinos de China. En 1944 era jefe de la 2ª. división del Nuevo 4° Cuerpo de Ejército.
Escrito: En 1944.
Digitalización: Partido Comunista Revolucionario de Argentina.
Esta Edición: Marxists Internet Archive, año 2002.


lunes, 4 de junio de 2012


Mao Tse-tung
PUNTOS ESENCIALES DE LA REFORMA AGRARIA EN LAS REGIONES LIBERADAS NUEVAS

De las Obras Escogidas de Mao Tse-tung

EDICIONES EN LENGUAS EXTRANJERAS
PEKIN 1976

Primera edición 1962
Segunda edición 1963
(5a impresión 1976)

Tomo IV, págs. 205-207.

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PUNTOS ESENCIALES DE LA REFORMA AGRARIA EN LAS REGIONES LIBERADAS NUEVAS[*]
    * Directiva interna del Partido Comunista de China redactada por el camarada Mao Tse-tung en nombre del Comité Central.
15 de febrero de 1948


    1. No hay que precipitarse. Se debe determinar el ritmo de la marcha de la reforma agraria de acuerdo con las circunstancias, el nivel de conciencia política de las masas y la calidad de los cuadros dirigentes. No hay que tratar de terminar la reforma agraria en unos pocos meses, sino prepararse para darle cima en cada región en dos o tres años. Esto también se aplica a las regiones liberadas antiguas y semiantiguas.

    2. La reforma agraria en las regiones liberadas nuevas debe efectuarse en dos etapas. En la primera etapa: descargar golpes sobre los terratenientes y neutralizar a los campesinos ricos. Esta etapa debe subdividirse en los siguientes pasos: descargar golpes primero sobre los grandes terratenientes y luego sobre los demás terratenientes. Es necesario tratar en forma distinta a los que son tiranos locales y a los que no lo son, y también a los terratenientes grandes, medios y pequeños. La segunda etapa consiste en la distribución por igual de la tierra, incluidas la tierra dada en arriendo por los campesinos ricos y sus tierras excedentes. Sin embargo, los campesinos ricos no serán tratados de la misma manera que los terratenientes. El radio total de ataque no debe exceder por lo general del 8 por ciento de las familias, o del 10 por ciento de la población. En las regiones liberadas semiantiguas, también hay que atenerse a semejante orientación respecto a las diferencias en trato y al radio total de ataque. Estos problemas no se producen en las regiones liberadas antiguas, donde, en general, sólo se necesita realizar una nivelación en la distribución de la tierra[1].

    3. Es necesario organizar primero las ligas de campesinos pobres y después, pasados unos meses, las asociaciones campesinas. Hay que impedir en forma rigurosa a los terratenientes y campesinos ricos que se infiltren en las asociaciones campesinas y en las libas de campesinos pobres. Las activistas de estas ligas deben constituir el núcleo dirigente en las asociaciones campesinas, pero también es preciso atraer a una parte de los activistas de entre los campesinos medios para que se incorporen en los comités de las asociaciones campesinas. En la lucha por la reforma agraria, hay que atraer a los campesinos medios para que participen en ella, y tener en cuenta sus intereses.

    4. No hay que comenzar el trabajo en todas partes al mismo tiempo, sino seleccionar cuadros capaces para realizarlo primero en determinados lugares a fin de adquirir experiencia, difundirla luego paso a paso y hacer avanzar el trabajo a modo de ondas. Esto se aplica tanto a una zona estratégica entera como a cada distrito. También se aplica a las regiones liberadas antiguas y semiantiguas.

    5. Se debe distinguir entre las regiones liberadas consolidadas y las zonas de guerrillas. En las primeras, debemos efectuar gradualmente la reforma agraria. En las últimas, debemos limitamos a la propaganda, a la organización clandestina y a la distribución de cierta cantidad de bienes muebles. Para resguardar a las masas de las persecuciones del enemigo, no hay que establecer allí abiertamente organizaciones de masas ni efectuar la reforma agraria.

    6. Las bandas armadas reaccionarias de los terratenientes y los servicios secretos reaccionarios deben ser destruidos, y no utilizados.

    7. Se debe reprimir a los reaccionarios, pero se prohibe rigurosamente matar sin discriminación; mientras menos muertes, mejor. Las sentencias a muerte serán examinadas y ratificadas por comisiones constituidas a nivel de distrito. el poder para juzgar y tratar los casos de los sospechosos políticos pertenece a las comisiones a nivel de comité regional del Partido. Esto también se aplica a las regiones liberadas tanto antiguas como semiantiguas.

    8. Es menester utilizar e incorporar al trabajo de crear las bases de apoyo a los intelectuales y semiintelectuales revolucionarios locales que provienen de familias de terratenientes o de campesinos ricos, pero que apoyan la reforma agraria. No obstante, debemos intensificar entre ellos nuestro trabajo educativo y evitar que se adueñen del poder y obstaculicen la reforma agraria. En general, no conviene hacerles trabajar en sus territorios o cantones nativos. Hay que poner énfasis en el empleo de los intelectuales y semiintelectuales procedentes de familias campesinas.

    9. Hay que prestar seria atención a la protección de la industria y el comercio. Tener perspectivas de largo alcance al planificar los asuntos económicos y financieros. Las fuerzas armadas y los gobiernos de territorio y cantón deben ponerse en guardia contra todo derroche.
 
NOTAS

[1]Véase el presente tomo, pág. 128, "Saludemos el nuevo ascenso de la revolución china", nota 15.    [pág. 205]

EXTRACTADO DE:
LA SITUACION ACTUAL Y NUESTRAS TAREAS
Mao Tse Tung
Tomo IV, págs. 159-80.

IV
    La retaguardia del Ejército Popular de Liberación es hoy mucho más sólida que hace dieciocho meses. Esto se debe a que nuestro Partido, colocándose resueltamente del lado de los campesinos, ha realizado la reforma agraria. Durante la Guerra de Resistencia contra el Japón, a fin de formar con el Kuomintang un frente único antijaponés y unirse con todos los que entonces podían aún oponerse al imperialismo japonés, nuestro Partido cambió, a iniciativa propia, la política de preguerra, que consistía en confiscar la tierra de los terratenientes y distribuirla entre los campesinos, por la política de reducción de los arriendos y los intereses. Esto fue absolutamente necesario. Después de la rendición del Japón, los campesinos reclamaban con insistencia la tierra, y nosotros decidimos a tiempo cambiar nuestra política agraria, substituyendo la reducción de los arriendos y los intereses por la confiscación de la tierra de la clase terrateniente para su distribución entre los campesinos. Este cambio lo señala la directiva expedida el 4 de mayo de 1946 por el Comité Central de nuestro Partido[3]. En septiembre de 1947, el Partido celebró la Conferencia Agraria Nacional y elaboró las Disposiciones Generales de la Ley Agraria China[4], que se aplicaron con prontitud en todas las regiones. Esta medida no sólo reafirmó la política formulada en la "Directiva del 4 de mazo" del año pasado, sino que también rectificó en forma explícita cierta inconsecuencia contenida en ella. Las Disposiciones Generales de la Ley Agraria establecen la distribución por igual de la tierra per capita [5], distribución basada en el principio de abolir el sistema agrario de explotación feudal y semifeudal y de poner en práctica el sistema de la tierra para el que la trabaja. Este es un método para abolir, en la forma más radical, el sistema feudal; corresponde plenamente a las exigencias de las amplias masas campesinas de China. A fin de realizar la reforma agraria de manera resuelta y radical, es necesario organizar en las aldeas, como organismos legales para la realización de la reforma agraria, no sólo asociaciones campesinas del más amplio carácter de masas -- que abarquen asalariados agrícolas; campesinos pobres y campesinos medios -- y los comités por ellas elegidos, sino, ante todo, ligas de campesinos pobres compuestas por campesinos pobres y asalariados agrícolas y los comités por ellas elegidos, y estas ligas de campesinos pobres deben ser la columna vertebral de dirección en todas las luchas en el campo. Nuestra política consiste en apoyamos en los campesinos pobres y unimos sólidamente con los campesinos medios a fin de abolir el sistema de explotación feudal y semifeudal practicada por la clase terrateniente y los campesinos ricos de viejo tipo. A un terrateniente o a un campesino rico no se le adjudicarán más tierra y bienes que a un campesino. Sin embargo, no hay que repetir la errónea política ultraizquierdista, aplicada en 1931-1934, de "nada de tierra a los terratenientes y tierras malas a los campesinos ricos". Aunque la proporción de los terratenientes y campesinos ricos en la población rural varía de un lugar a otro, llega generalmente sólo a alrededor del e por ciento (calculado por familias), mientras que sus tierras, por lo común, abarcan del 70 al 80 por ciento del total. Por tanto, son muy pocos aquellos contra quienes va dirigida nuestra reforma agraria, mientras que en las aldeas el número de personas (o de familias) que pueden y deben participar en el frente único por la reforma agraria alcanza la elevada proporción de más del 90 por ciento. Aquí deben observarse dos principios fundamentales. Primero, hay que satisfacer las demandas de los campesinos pobres y de los asalariados agrícolas: ésta es la tarea fundamental de la reforma agraria. Segundo, hay que unirse firmemente con los campesinos medios y guardarse de perjudicar sus intereses. Siempre que nos atengamos a estos dos principios básicos, podremos sin duda cumplir con éxito nuestras tareas en la reforma agraria. La razón por la cual, según el principio de la distribución por igual, la tierra excedente y parte de los bienes de los campesinos ricos de viejo tipo serán entregadas para su distribución, reside en que los campesinos ricos de China tienen generalmente, y en un alto grado, el carácter de explotadores feudales y semifeudales; en su mayoría dan en arriendo tierras y practican la usura, y emplean la mano de obra en condiciones semifeudales[6]. Además, como los campesinos ricos poseen más y mejores tierras[7], las demandas de los campesinos pobres y asalariados agrícolas no pueden satisfacerse a menos que se distribuyan estas tierras. Sin embargo, de acuerdo con las Disposiciones Generales de la Ley Agraria, se tratará generalmente a los campesinos ricos en forma distinta que a los terratenientes. En la reforma agraria, los campesinos medios aprueban la distribución por igual porque ésta no perjudica sus intereses. En la distribución por igual, la tierra de un sector de los campesinos medios permanece sin cambio y la de otro sector aumenta; sólo el sector de los campesinos medios acomodados tiene un poco de tierra excedente, y está dispuesto a entregarla para la distribución porque entonces se le hará más liviana la carga del impuesto territorial. A pesar de eso, al realizar la distribución por igual de la tierra en los diferentes lugares, es necesario prestar atención a las opiniones de los campesinos medios y hacerles concesiones si no están de acuerdo. Durante la confiscación y distribución de la tierra y de los bienes de la clase feudal, hay que tomar en consideración las necesidades de algún sector de los campesinos medios. Al determinar la pertenencia de clase, es preciso cuidarse de no cometer el error de clasificar como campesinos ricos a los que son, en realidad, campesinos medios. Hay que incorporar a los elementos activos del campesinado medio en el trabajo de los comités de las asociaciones campesinas y de la administración local. Al repartir las cargas del impuesto territorial y del apoyo al frente, debe observarse el principio de equidad y justicia. Estas son las medidas políticas concretas que nuestro Partido debe adoptar al llevar a cabo su tarea estratégica de unirse sólidamente con los campesinos medios. El Partido en su conjunto debe comprender que la reforma radical del sistema agrario es una tarea fundamental de la revolución china en su presente etapa. Si podemos resolver en todas partes y a fondo el problema agrario, habremos alcanzado la condición primordial para vencer a todos nuestros enemigos.
V
    A fin de llevar a cabo resueltamente y a fondo la reforma agraria y consolidar la retaguardia del Ejército Popular de Liberación, es necesario educar y reorganizar las filas del Partido. El movimiento de rectificación[8] dentro del Partido durante la Guerra de Resistencia contra el Japón dio, en conjunto, resultados positivos. Estos resultados residen principalmente en el hecho de que los organismos dirigentes y gran número de cuadros y de miembros del Partido asimilaron mejor nuestra orientación fundamental, que consiste en unir la verdad universal del marxismo-leninismo con la práctica concreta de la revolución china. A este respecto, nuestro Partido ha dado un gran paso adelante en comparación con las etapas históricas anteriores a la Guerra de Resistencia. Sin embargo, en las organizaciones locales del Partido, especialmente en las organizaciones de base en el campo, aún no se ha resuelto el problema de eliminar la impureza en la composición de clase de nuestras filas y en nuestro estilo de trabajo. Durante once años, de 1937 a 1947, el número de miembros de nuestro Partido ha crecido de varias decenas de millares a 2.700.000. Esto es un salto adelante muy grande. Ha convertido a nuestro Partido en el partido más poderoso que se haya conocido en la historia de China. Nos ha permitido derrotar al imperialismo japonés, rechazar las ofensivas de Chiang Kai-shek, dirigir las regiones liberadas con una población de más de cien millones y dirigir al Ejército Popular de Liberación compuesto de dos millones de hombres. Sin embargo, junto a ello, han surgido también deficiencias. Un buen número de terratenientes, campesinos ricos y elementos hampones han aprovechado la ocasión para infiltrarse en nuestro Partido. En las zonas rurales, tienen en sus manos cierto número de organizaciones del Partido, de organismos gubernamentales y de organizaciones populares, abusan tiránicamente de su poder, cometen atropellos contra el pueblo, desfiguran la política del Partido, y aíslan así estas organizaciones de las masas e impiden la realización radical de la reforma agraria. Esta grave situación nos coloca frente a la tarea de educar y reorganizar las filas de nuestro Partido. No podremos avanzar en el campo a menos que cumplamos esta tarea. La Conferencia Agraria Nacional del Partido discutió a fondo este problema y estableció las medidas y métodos apropiados. Dichas medidas y métodos, junto con la decisión de distribuir por igual la tierra, se aplican ahora con firmeza en todas partes. Lo primero y más importante es desarrollar la crítica y la autocrítica en el Partido y poner plenamente al descubierto las ideas erróneas y los fenómenos graves que existen en las organizaciones locales y que constituyen una desviación de la línea del Partido. Todos los miembros del Partido deben comprender que un eslabón decisivo para la resolución del problema agrario y para el apoyo a una guerra de larga duración es la eliminación de la impureza en el Partido y la educación y reorganización de sus filas, de manera que el Partido pueda marchar en una misma dirección con las más amplias masas trabajadoras y conducirlas adelante.
VI
    Confiscar la tierra de la clase feudal y entregarla a los campesinos; confiscar el capital monopolista, cuyos cabecillas son Chiang Kai-shek, T. V. Soong, H. H. Kung y Chen Li-fu, y entregarlo al Estado de nueva democracia; proteger la industria y el comercio de la burguesía nacional: éstos son los tres principios cardinales del programa económico de la revolución de nueva democracia. Durante los veinte años de su dominación, las cuatro grandes familias -- Chiang, Soong, Kung y Chen -- han amasado enormes fortunas que alcanzan de diez a veinte mil millones de dólares norteamericanos, y han monopolizado las arterias vitales de la economía del país. Este capital monopolista; combinado con el Poder del Estado, se ha convertido en el capitalismo monopolista de Estado. Este capitalismo monopolista, estrechamente vinculado al imperialismo extranjero y a la clase terrateniente y los campesinos ricos de viejo tipo del país, se ha convertido en el capitalismo monopolista estatal, comprador y feudal. Tal es la base económica del régimen reaccionario de Chiang Kai-shek. Dicho capitalismo monopolista de Estado oprime no sólo a los obreros y campesinos, sino también a la pequeña burguesía urbana, y perjudica a la burguesía media. Alcanzó la cúspide de su desarrollo durante la Guerra de Resistencia y después de la rendición del Japón; ha preparado suficientes condiciones materiales para la revolución de nueva democracia. Este capital se llama corrientemente en China capital burocrático; y esta clase capitalista, conocida con el nombre de clase capitalista burocrática, es la gran burguesía de China. Además de abolir los privilegios del imperialismo en China, la tarea de la revolución de nueva democracia es eliminar en el país la explotación y opresión ejercidas por la clase terrateniente y la clase capitalista burocrática (la gran burguesía), liquidar las relaciones de producción compradoras y feudales y liberar las fuerzas productivas encadenadas. La capa superior de la pequeña burguesía y la burguesía media, oprimidas y lesionadas por la clase terrateniente y la gran burguesía, así como por el Poder estatal de ambas, pueden tomar parte en la revolución de nueva democracia o permanecer neutrales, aunque ellas mismas sean burguesas. No tienen lazos, o tienen relativamente pocos, con el imperialismo y constituyen la genuina burguesía nacional. Dondequiera que se extienda el Poder estatal de nueva democracia, éste debe protegerlas con firmeza, sin la menor vacilación. En las regiones dominadas por Chiang Kai-shek, entre la capa superior de la pequeña burguesía y entre la burguesía media, hay un pequeño número de personas, elementos del ala derecha de estas clases, que poseen tendencias políticas reaccionarias; esparcen ilusiones acerca del imperialismo norteamericano y la camarilla reaccionaria de Chiang Kai-shek y se oponen a la revolución democrática popular. Mientras las tendencias reaccionarias de estos elementos puedan afectar a las masas, debemos desenmascararlos ante los que estén bajo su influencia política, combatir esta influencia y liberar a las masas de ella. Pero combatir políticamente y aniquilar económicamente son dos cosas diferentes; si las confundimos, cometeremos errores. La revolución de nueva democracia tiene por objetivo liquidar solamente el feudalismo y el capitalismo monopolista, solamente la clase terrateniente y la clase capitalista burocrática (la gran burguesía), y no el capitalismo en general, ni la capa superior de la pequeña burguesía ni la burguesía media. En vista del atraso económico de China, incluso después de la victoria de la revolución en todo el país, será todavía necesario permitir, durante un largo período, la existencia del sector capitalista representado por la extensa capa superior de la pequeña burguesía y por la burguesía media. En correspondencia con la división del trabajo en la economía nacional, será necesario aún cierto desarrollo de todos los elementos de este sector capitalista que sean beneficiosos para la economía nacional. Dicho sector capitalista constituirá todavía una parte indispensable en el conjunto de la economía nacional. La capa superior de la pequeña burguesía aquí mencionada está formada de los pequeños industriales y comerciantes que emplean obreros o dependientes. Además, existe también un gran número de pequeños artesanos y comerciantes independientes que no emplean obreros o dependientes; estos pequeños artesanos y comerciantes, no hay ni que decirlo, deben ser protegidos firmemente. El Estado de nueva democracia poseerá, después de la victoria de la revolución en todo el país, inmensas empresas estatales confiscadas a los capitalistas burocráticos, empresas que controlan las arterias vitales de la economía del país; además de eso, habrá entonces una economía agrícola liberada del feudalismo, la que, si bien permanecerá en lo fundamental dispersa e individual durante un tiempo bastante largo, podrá ser más tarde conducida gradualmente a desarrollarse por el camino de la cooperación. En tales circunstancias, la existencia y desarrollo de estos sectores capitalistas pequeños y medios no presentará ningún peligro. Lo mismo puede decirse de la economía del campesinado rico de nuevo tipo, que inevitablemente surgirá en las zonas rurales después de la reforma agraria. Con respecto al sector de la economía representado por la capa superior de la pequeña burguesía y por la burguesía media, sería totalmente inadmisible reincidir en la errónea política ultraizquierdista que adoptó nuestro Partido de 1931 a 1934 (imponer condiciones de trabajo demasiado exigentes, establecer excesivas tasas de impuestos sobre la renta, perjudicar los intereses de los industriales y comerciantes durante la reforma agraria, y adoptar como objetivo el llamado "bienestar de los trabajadores", concepto miope y unilateral; en vez de proponerse el objetivo de desarrollar la producción, de promover la prosperidad económica, de dar la debida consideración a los intereses públicos y privados a la vez y de beneficiar tanto al trabajo como al capital). Repetir tales errores lesionaría sin duda a los intereses de las masas trabajadoras y del Estado de nueva democracia. Una de las cláusulas de las Disposiciones Generales de la Ley Agraria de China establece: "La propiedad y las actividades legales de los industriales y comerciantes serán protegidas contra todo perjuicio." Por "industriales y comerciantes" se entiende a todos los pequeños artesanos y comerciantes independientes, así como a todos los elementos capitalistas pequeños y medios. En resumen, la estructura económica de la Nueva China constará de: 1) la economía estatal, que es el sector dirigente; 2) la economía agrícola, en desarrollo gradual de individual a colectiva, y 3) la economía de los pequeños artesanos y comerciantes independientes y la del capital privado pequeño y medio. Estas constituyen el conjunto de la economía nacional de nueva democracia. Los principios que rigen la economía nacional de nueva democracia deben ajustarse estrechamente al objetivo general de desarrollar la producción, promover la prosperidad económica, dar la debida consideración a los intereses públicos y privados a la vez y beneficiar tanto al trabajo como al capital. Todo principio, política o medida que se aparte de este objetivo general es erróneo. 

martes, 29 de mayo de 2012


25 de mayo de 1810
La revolución inconclusa

No se resolvieron las tareas de la revolución democrática, principalmente las tareas agrarias. Cuestión que aún hoy, entrelazada con la nueva cuestión nacional en esta época del imperialismo y la revolución proletaria, sigue sin resolverse.
Revolución de Mayo y guerra de la independencia
El pronunciamiento de Buenos Aires del 25 de mayo de 1810, casi simultáneo al de Caracas del 19 de abril, marca en nuestro país el inicio de una guerra prolongada y heroica –con la formación de los ejércitos patrios, de las milicias y de las guerrillas originarias y campesinas; con batallas decisivas como Suipacha, Tucumán y Maipú; con éxodos de pueblos enteros como el jujeño y el oriental; con heroicas guerrillas como las dirigidas por Güemes en Salta y Jujuy, y Arias, Arenales, Warnes, Muñecas, Padilla, Juana Azurduy, los caciques Titicocha, Cáceres y Cumbay, y tantos otros en el Alto Perú–, parte de los procesos de la guerra de la independencia en la mayoría de los países de Latinoamérica, hasta la derrota definitiva de los colonialistas españoles en los campos de Ayacucho, el 9 de diciembre de 1824.
En la guerra de emancipación nacional convergieron las masas campesinas, sobre todo originarias, que protagonizaron los heroicos levantamientos del Alto Perú, del noroeste y del noreste argentinos, del Paraguay y del Uruguay; los sectores rurales y urbanos criollos democráticos y antifeudales, como los expresados por Murillo en Bolivia, Gaspar de Francia en Paraguay, Artigas en Uruguay y Moreno, Castelli, Belgrano y Vieytes en Argentina; y además, los sectores de la aristocracia terrateniente criolla que, acordando en la lucha por la independencia de España, lo hacían defendiendo sus privilegios de clase y, por lo tanto, oponiéndose al desarrollo de los elementos democráticos, antifeudales y populares.
La revolución de 1810 no fue simplemente el producto de la acción de una elite cívica-militar. Como en toda verdadera revolución, que enfrenta un poder constituido, hubo sí una minoría organizada en forma conspirativa en el llamado Partido de la Independencia. Hubo también rebelión de una parte de las fuerzas militares, inspirada por esa minoría, y sobre la base del alzamiento popular generalizado.
La derrota de las Invasiones Inglesas de 1806 y 1807, en la que jugó un papel decisivo el pueblo de Buenos Aires en cuyas milicias participaron también mujeres y negros, y las nuevas fuerzas militares creadas en el curso de la defensa y lideradas por criollos, estimularon la agitación política y militar, y la organización clandestina de los sectores patriotas.
El 25 de mayo se produjo el alzamiento que posibilitó que los patriotas impusieran, en el Cabildo, la designación de un nuevo gobierno provisorio, la Primera Junta y se creó un nuevo ejército liberador, con los soldados y jefes que pasaron al bando patriota y las masas convocadas por el grito de libertad, en el terreno abonado por los levantamientos originarios y criollos previos.
El accionar de estas masas abrió el camino a los ejércitos patrios y empantanó a los realistas, superiores en número y en entrenamiento militar. Así fue en las campañas a la Mesopotamia y a la Banda Oriental, y aun más claramente en las del Noroeste y el Alto Perú: las hondas y macanas de los valientes cochabambinos dispersaron las fuerzas realistas y el 7 de noviembre de 1810, en Suipacha, el ejército revolucionario vence por primera vez al ejército español; el éxodo de la mayoría del pueblo jujeño en 1812, dejando sin recursos al enemigo, y el constante ataque de las guerrillas impidiendo su abastecimiento por la Quebrada de Humahuaca, permitieron a Belgrano derrotarlos en Tucumán y Salta. También los obstinados y titánicos esfuerzos de las guerrillas mestizas y originarias desde Salta a Cuzco y Puno, entre 1814 y 1824, fueron decisivos para frustrar los nuevos intentos realistas de asentarse en Jujuy y Salta y avanzar hacia el sur, pese a que hubo sectores oligárquicos locales que colaboraron con ellos.
El 9 de julio de 1816 el Congreso de Tucumán declaró la independencia de España “y de cualquier otra dominación extranjera”. La guerra de guerrillas de los pueblos de Salta, Jujuy y del Alto Perú, la independencia de Paraguay liderada por Gaspar de Francia, y el curso de la revolución en la Banda Oriental, encabezada por Artigas, permitieron mantener la independencia declarada en Tucumán y cubrieron la espalda de San Martín, quien, apoyándose en los pueblos de Cuyo, en acuerdos con los patriotas chilenos y con el apoyo de los originarios de ambos lados de la cordillera pudo conducir la epopeya histórica de construir el Ejército de los Andes y cruzar la Cordillera.
Tras el triunfo en Chacabuco, y a pesar del revés en Cancha Rayada, el Ejército de los Andes pudo derrotar definitivamente a los realistas en los campos de Maipú. Posteriormente, pese a la oposición de la oligarquía bonaerense, pudo llegar por mar a Lima y contribuir a la independencia del Perú.
La experiencia de la guerra revolucionaria de 1810 a 1824 mostró la importancia de las masas campesinas y originarias y de sus formas de lucha: la guerra de guerrillas y la guerra de recursos –retirando todos los posibles abastecimientos del alcance de las tropas enemigas–, se mostraron como instrumentos imprescindibles en este tipo de guerras. Cuando jefes criollos así no lo entendieron, por su concepción de clase de la guerra, sufrieron grandes reveses militares, dado que concentraron fuerzas para confrontar “ejército contra ejército”, desatendiendo e incluso enfrentando –por supuestamente anárquicas– a las guerrillas campesinas y originarias.
Pese a las múltiples disensiones internas –por la heterogeneidad de los componentes del frente antiespañol–, la decisión de los pueblos de defender la libertad con las armas en la mano permitió la continuidad de la guerra emancipadora. Permitió, además, que se utilizaran a favor de la independencia de nuestros países las disputas entre las distintas potencias europeas que, junto a la sublevación del pueblo español desde 1808, jugaron un papel importante en el debilitamiento del poder militar de la corona. Así se logró la independencia nacional.
Sin estar derrotados los españoles en el norte de Argentina, los terratenientes bonaerenses cambiaron de enemigo: pusieron como blanco a Artigas; derrotado éste, ya con el gobierno de Martín Rodríguez, en 1820, comenzaron la campaña de exterminio a los originarios en la zona pampeana.
La hegemonía de los terratenientes y grandes mercaderes criollos hizo que fuera una revolución inconclusa: no se resolvieron las tareas de la revolución democrática, principalmente las tareas agrarias. Cuestión que aflora en todas las luchas posteriores y que aún hoy, entrelazada con la nueva cuestión nacional en esta época del imperialismo y la revolución proletaria, sigue sin resolverse.
(Extractado del Programa del Partido Comunista Revolucionario de la Argentina, 11 Congreso, San Luís, febrero de 2009).