lunes, 8 de octubre de 2012

De cómo un Militar de Carrera del Ejército español, miembro de la nobleza y Grande de España devino en defensor de la República y comunista.


De cómo un Militar de Carrera del Ejército español, miembro de la nobleza y Grande de España devino en defensor de la República y comunista.
Don Ignacio Hidalgo de Cisneros y López de Montenegro (descendiente del Virrey Cisneros)


En la sublevación golpista de Francisco Franco contra la República Española la Fuerza Aérea permaneció casi toda leal, excepto algunos elementos destacados en Marruecos: los aeródromos, los pilotos y los aviones son de la República.
Su Jefe de Estado Mayor y ayudante del Ministro de la Guerra -en esos días el gallego Santiago Casares Quiroga (padre de la actriz María Casares)-, era don Ignacio Hidalgo de Cisneros y López de Montenegro, nacido en Victoria (Gazteiz) el 11 de julio de 1896, en el seno de una familia aristocrática y carlista, casado con doña Constancia de la Mora y Maura (1906-1950), sobrina de Antonio Maura (que había sido Ministro de Alfonso XII) y Directora de la Prensa Extranjera durante la guerra.
Su tarea fue excepcional. Mantuvo bajo control republicano los aeródromos de la Republica, Cuatro Vientos, Getafe, negoció con Pierre Coty, Ministro del Aire -uno de los pocos franceses que apoyó sinceramente a la España republicana-, la llegada de algunas aeronaves y pilotos (entre ellos André Malreaux); acuerda con la URSS la entrega de los famosos “chatos” y “moscas” (Polikarpov P15 y P16) y el entrenamiento de pilotos y mecánicos españoles en Kirovavad; y al final de la guerra llegó a comandar una Fuerza Aérea de más de 450 máquinas.
Caída Cataluña, vuelve a la “Posición Yuste” al lado del Dr. Negrin, con el general Lister, el General Modesto y otros militares y políticos.
Enterado de la sublevación que planea el Coronel Segismundo Casado, con la complicidad de los socialistas del profesor Julian Besteiro y la División comandada por el anarquista Cipriano Mera, se lo comunica al Dr. Juan Negrin, sin lograr que éste tome las medidas que la gravedad del momento aconsejaba.
Al final, derrotados, puede partir, con el Presidente del Gobierno y otros altos funcionarios de la República, en uno de los últimos aviones que despegan del asediado aeropuerto de Monovar, cerca de Valencia, cuando ya estaban rodeados por las tropas franquistas.
Hay circunstancias de la vida de este noble, dos veces Grande de España, descendiente directo del Almirante Baltazar Hidalgo de Cisneros, (el sordo de Trafalgar, último Virrey del Río de la Plata) que son novelescas.
Cuando se incorpora a la aviación militar es destinado a bombardear las posiciones de los patriotas marroquíes en lo que se llamó la Guerra del Rif. Años después, en sus memorias, hizo saber al mundo que allí se habían usado gases contra los árabes.
En 1930, se une a la sublevación del comandante Ramón Franco contra Alfonzo XIII y lo destinan a bombardear el… Palacio Real. La sublevación es derrotada y se refugia primero en Portugal y luego en París.
Después de la instauración de la República, el 14 de abril de 1931, vuelve a su patria. Tiene varios destinos, entre otros es agregado aéreo en Berlín y Roma, lo que lo lleva a entender en profundidad lo que significa el fascismo.
En 1934, tras la sublevación minera de Asturias, le salva la vida al socialista Indalecio Prieto, al sacarlo del país en el baúl de su automóvil.
En los días del 18 al 20 de julio se dedica personalmente a mantener el control republicano de los aeródromos cercanos a Madrid, como Getafe y contribuye a bombardear el Cuartel de la Montaña.
En un cruel episodio, en la primavera de 1937, le devuelven salvajemente mutilados los restos de un piloto republicano, que había caído en territorio de los sublevados, con insultantes carteles en italiano, por lo que solicitó al Consejo de Gobierno que lo autorizaran para bombardear… Roma, misión que haría personalmente. Costó disuadirlo de las consecuencias políticas de ese acto.
Personalmente participa de los ataques en Sevilla y Valladolid, entre otros.
En los últimos meses de la guerra viaja a conseguir material y aviones a la URSS y otros lugares, desempeñando una tarea destacadísima.
Se afilia al Partido Comunista Español y cuando se lo comunica a su esposa, ésta le contesta que ella ya hacia años que lo era… Luego, el exilio en Rumania donde participa en las emisiones de la “Radio La Pirenaica”, antifranquista.
Muere en Bucarest el 9 de febrero de 1966,  siendo miembro del Comité Central del Partido Comunista Español. El Gobierno rumano le rinde homenajes de general en activo. A mediados de la década de 1990, sus restos son traídos a la capital de Euskal Herria, su ciudad natal, donde reposan.

Ultima Carta del Che Guevara a sus hijos


Ultima Carta del Che Guevara a sus hijos

"A MIS HIJOS:
 Si alguna vez tienen que leer esta carta, será porque yo no esté entre ustedes. Casi no se acordarán de mí y los más chiquitos no recordarán nada. Su padre ha sido un hombre que actúa como piensa y, seguro, ha sido leal a sus convicciones. Crezcan como buenos revolucionarios. Estudien mucho para poder dominar la técnica que permite dominar la naturaleza. Acuérdense que la revolución es lo importante y que cada uno de nosotros, solo, no vale nada.
Sobre todo sean siempre capaces de sentir en lo mas hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad mas linda de un revolucionario.
Hasta siempre hijitos, espero verlos todavía. Un beso grandote y un abrazo de…
PAPA."